La policía francesa mató al presunto atacante en un depósito ubicado en el barrio de Neudorf, donde se había refugiado tras el ataque y en el que anoche tuvo lugar una amplia operación de registro, según señalaron fuentes policiales al diario francés Le Figaro.
Horas antes, el gobierno francés informó que la policía continuaba la búsqueda del atacante de Estrasburgo para atraparlo «vivo o muerto».
Más de 700 integrantes de fuerzas de seguridad participan de la cacería humana de Chekatt, de 29 años, quien estaba fichado por radicalismo religioso, dijo el vocero del gobierno, Benjamin Griveaux,
Aunque aún se desconocen las motivaciones del sospechoso, nacido en Estrasburgo y con un frondoso prontuario por delincuencia común, el ataque es investigado por la sección antiterrorista de la Fiscalía nacional.
Ayer a la tarde las autoridades locales elevaron a tres la cifra de muertos en el atentado en esa ciudad del este de Francia, tras anunciar el deceso de una persona que estaba con muerte cerebral.
Otras 13 personas resultaron heridas en el atentado, de las cuales cinco se encuentran en grave estado, agregó la Prefectura de la región de Estrasburgo en un comunicado.
Griveaux también llamó a los «chalecos amarillos» a suspender sus manifestaciones previstas para el sábado, el quinto consecutivo, ante la situación de excepción que vive el país tras el atentado.
Estrasburgo, una ciudad medieval sede del Parlamento Europeo, seguía de luto, con velas prendidas y flores dejadas por residentes en el lugar del ataque.
Según informaron las autoridades francesas, Chekatt había sido condenado 27 veces por robos a manos armada y otros delitos y estuvo dos veces preso en cárceles francesas, además de otras en Suiza y en Alemania, país que lo expulsó en 2017 a Francia. (Télam)
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